El mayor impacto está en los materiales importados, 20 por ciento más caros que hace una década.
De 99 grupos de materiales que se utilizan para la construcción de vivienda, 34 están en un grupo identificado “de impacto significativo”.
Forero señaló que la variación anual, a agosto, fue de 4 por ciento en los costos de los insumos, entre ellos maquinaria como los ascensores, con un incremento de 19 por ciento. Le siguen los sistemas de aire acondicionado y los tanques, con alzas de 12 por ciento, cada uno, entre otros, que han obligado a revaluar presupuestos de obra.
De hecho, se prevé que este año el sector demandará más de 2.000 millones de dólares en insumos importados, 20 por ciento más respecto a hace diez años.
Jorge Estrada, gerente de la firma Ícono Urbano,señaló que, por ejemplo, en el proyecto de vivienda Vitrum que se desarrolla en el norte de Bogotá, “25 por ciento de los costos totales proviene de esos importados y, claro, hay un impacto, pero manejable”.
Para el directivo, la clave está en hacer los ajustes con el fin de no afectar a los compradores, sobre todo en rangos altos. “Ante esto, la constante es que los constructores asuman el impacto”, dijo Camacol.
En el caso de la vivienda social, el ministro Luis Felipe Henao dijo que la situación podría aprovecharse para hacer una reconversión del negocio y consumir más producto nacional.
Y aunque es un mercado regulado, donde no se puede aumentar el precio tope (87 millones), reconoce que el ajuste se verá en el área construida.
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